miércoles, 27 de agosto de 2014

Soy tonto, muy tonto y estúpido

Soy tonto, muy tonto, lo que se llama tonto del culo. Y lo peor es que también soy profundamente estúpido. No estoy orgulloso de ello para nada, de hecho me dolió bastante descubrirlo. Al fin y al cabo a nadie le gusta reconocer que es estúpido ¿no es cierto?
Como digo no estoy orgulloso, pero tampoco veo que tenga que ocultarlo habida cuenta que la gran mayoría de la población también lo es. Además estoy absolutamente convencido de que el hecho de reconocerlo abiertamente es un primer paso para dejar de serlo.
Ser tonto no es algo necesariamente malo de per se, no todo el mundo tiene porqué ser inteligente. Se puede llevar una vida normal siendo tonto, de hecho la mayoría de la gente es lo que hace cada día. Ser estúpido sin embargo es algo peligroso y no debería ser deseable para nadie ni nadie debería jactarse de esa cualidad una vez ha sido descubierta en uno mismo.
Para entender mejor que es la estupidez y como se comporta en oposición a otros conceptos como la inteligencia, os recomiendo un libro que debería ser de lectura obligatoria en el bachillerato. Se trata de “Allegro ma non tropo” del italiano Carlo CipollaConcretamente os recomiendo el apartado que habla de la estupidez. Voy a tratar de sintetizar lo más concisamente posible el mensaje general del ensayo, ya que probablemente la gran parte de los que leáis esto seáis aún más tontos que yo (aunque sólo sea por el hecho de no haberlo reconocido todavía).
Cipolla divide los individuos en...
  • Inteligente: Es aquel cuyas acciones y comportamiento procura su bien y el de los demás
  • Malvado: Es aquel cuyas acciones y comportamiento procura su bien y provoca el mal de los demás
  • Cándido: Es aquel cuyas acciones y comportamiento procura su mal y el bien de los demás
  • Estúpido: Es aquel cuyas acciones y comportamiento procura su mal y el de los demás (a lo que yo añadiría...”la mayoría de ocasiones sin ser siquiera consciente de ello”)

El ensayo completa este enunciado general con algunas conclusiones secundarias, cómo que, a lo largo de la historia de la humanidad, en las diferentes sociedades que han formado las distintas civilizaciones, se han producido variaciones en el número de individuos inteligentes, malvados y cándidos que las formaban, sin embargo el porcentaje de estúpidos se ha mantenido siempre sorprendentemente estable en porcentajes muy elevados. Otra conclusión es que, dado cualquier grupo de individuos, independientemente de su número 10 o 10.000, da igual, siempre tendemos a subestimar la proporción de estúpidos que hay en él.
Por supuesto que no hay estúpidos absolutos como no hay malvados absolutos o inteligentes perfectos. Durante nuestra vida, y aún durante nuestra jornada, vamos adoptando constantemente comportamientos inteligentes, malvados cándidos y estúpidos dependiendo del momento y las circunstancias. En realidad estas etiquetas se corresponden más con comportamientos que con personalidades. De esta forma podríamos llegar a calificar de inteligente a la persona que mayoritariamente adopta comportamientos inteligentes y estúpida a la persona que mayormente adopta comportamientos estúpidos.
Y aquí es donde cada uno debe hacer examen de conciencia. Analiza con honestidad tus reacciones al cabo del día, recuerda lo que has hecho a lo largo de la jornada e intenta etiquetar tus diferentes acciones como inteligentes, malvadas, cándidas o estúpidas según el criterio antes descrito. De esta forma descubrirás cual es tu tendencia.
Yo lo hice, y penosamente descubrí que me podía inscribir de forma amplia y desahogada en el grupo de los estúpidos. Los frutos de muchas de mis acciones perjudicaban a otros y no me beneficiaban a mí e incluso a veces me perjudicaban también. Ciertamente no se trataba de grandes afrentas ni de ofensas imperdonables, más bien podríamos hablar de pequeñas molestias, descortesías o reacciones poco amables. Pero eso no cambia el núcleo de la cuestión que es que habitualmente me comporto de forma estúpida, y el hecho de que mis estupideces no sean superlativas (aunque a veces sí lo son) lo único que indica es que aparte de estúpido, soy mediocre y gris. Y además muchas de las estupideces que cometo no son por razones justificables sino simplemente por tonto, es decir, por no tener las suficientes luces para saber que no te estás comportando adecuadamente.
Cabe decir que desde que lo descubrí, una de mis obsesiones diarias es intentar mejorar cada día como persona para ser cada día un poco menos estúpido, hasta que llegue la gloriosa fecha en que se pueda declarar de forma inequívoca que soy un individuo inteligente. No es una tarea fácil, pues no hay unas instrucciones claras que te indiquen de forma prístina como convertirte en la mejor versión posible de ti mismo. Pero por suerte he ido encontrando mucha gente que me está ayudando y debo reconocer que el proceso de mejora personal es muy grato. No es un proceso lineal, hay muchos pasos hacia atrás y hay mucho de “prueba y error”, pero  aprendes un montón de cosas que te hacen sentirte mejor y ser más feliz. Además hoy puedo afirmar con la cabeza bien alta que soy algo menos estúpido de lo que fuí ayer. Os lo recomiendo.
En un próximo post quizá explique cuales son mis trucos para reducir la estupidez pero ahora me gustaría mostrar un listado más específico de pistas que os pueden ayudar a auto-diagnosticar mejor vuestro propio nivel de estupidez. Está especialmente diseñado para personas que suelen usar los mass media y/o las redes sociales. Huelga decir que dichas pistas han sido elaboradas basadas únicamente en mi propia experiencia y que no merecen más crédito que el que vosotros/as mismos/as decidáis otorgarles...aunque si has sido tan estúpido/a como para leer hasta aquí, quizá merezca la pena que les eches un vistazo.
Esto funciona así; el hecho de que cumplas una de estas afirmaciones no quiere decir que seas necesariamente estúpido/a, pero si que suman más probabilidades de que lo seas en determinado porcentaje. Por cada afirmación que encaje contigo suma el porcentaje que te propone la pista, al final obtendrás el porcentaje de probabilidad de que, efectivamente, seas estúpido.
 
  • ¿Has añadido comentarios con insultos y reacciones viscerales en diarios digitales, foros, blogs etc..? añade un 5%, si lo haces  frecuentemente añade un 10% más.
  • ¿Te sientes ofendido/a cuando oyes a algún periodista  o tertuliano afirmar cosas que están en contra de tu ideología o principios hasta el punto de empezar a insultarlo en público o en privado?, entonces suma un 5% más. ¿Te has ofendido a pesar de estar plenamente convencido/a de que lo que decía eran barbaridades sin sentido? entonces añade un 10% adicional.
  • ¿Eres de los/las que arruinas una conversación acerca de algún tema interesante y profundo soltando alguna gracia? suma un 5% más.
  • ¿Te has sentido ofendido/a en algún momento leyendo este texto y/o has pensado algo similar a “¿pero que se ha creído este imbecil?, el tonto lo será él, pero que no nos incluya a los demás”?, súma otro 10%.
  • ¿Alguna vez te has largado de algún sitio dejándolo todo hecho un asco y has pensado algo como “que se jodan” o equivalente al acordarte de los que vengan detrás?, añade otro 10%
  • ¿Has recibido la típica noticia polémica y/o escandalosa (ya sabes, políticos que reciben grande sobornos, fabricantes que cuelan ingredientes cancerígenos, virus letales que amenazan con borrar discos duros etc..) por internet y, sin contrastarla ni verificar si es cierta la has dado por buena y te has puesto a rugir indignado/a?, entonces añade un 5% más. Si además has empezado a enviarla a otros amigos sin filtrar la noticia antes, añade otro 5%. Si lo has hecho indiscriminadamente a toda tu libreta de direcciones y/o a todos tus contactos de redes sociales suma otro 10%. Si la noticia era la típica cadena de que “Facebook va a dejar de ser gratis si no envias esto” o similar suma un 20% más. Si la cadena era la típica barbaridad trasnochada y a pesar de eso la has re-enviado “por si acaso” no hace falta que sigas haciendo el test, eres estupido/a con absoluta seguridad, bienvenido al club!!
  • ¿En tu fuero interno te has creído alguna vez más listo/a que la media? suma otro 5%. ¿Te lo has creído y encima lo has afirmado públicamente? un 5% más
  • ¿Te crees más tonto/a o estupido/a que la media? suma otro 5% más
  • ¿Interrupes a tus contertulios en una conversación para afirmar algo de lo que no estás seguro/a y encima al final acabas con un “enfín..no se” suma un 5% más
  • ¿Te mantienes callado/a en una conversación por vergüenza o timidez a pesar de estar seguro/a de que tu aportación iba a ser de interés y utilidad para el resto? un 5% más
  • ¿Cuándo descubres que has metido la pata buscas desesperadamente como justificarte? otro 5%, ¿lo reconoces y te auto-fustigas hasta sentirte fatal contigo mismo/a? otro 5% más
  • ¿Tiendes a pensar que los que no opinan como tú son idiotas con total seguridad? súmate otro 10%
  • ¿Cuándo ves a un insecto tu primera reacción es pisarlo y/o chafarlo sin preguntarte el porqué? otro 10% más
  • ¿Cuando vas a realizar alguna tarea ruidosa en tu casa, te paras a pensar antes si le va a molestar a alguien o no?, si es que no, suma un 10% más, si además es una tarea no necesaria añade otro 5% suplementario.
  • ¿En medio de una conversación sueltas la típica idea, frase (o topicazo) que has escuchado simplemente porqué “encaja” sin pararte a analizar esa idea? suma otro 5%
  • ¿Utilizas muy a menudo frases del tipo “han dicho..”, “dicen..” o similares?, suma un 5% más
  • ¿Al utilizar el transporte público sueles mirar a tu alrededor para asegurarte de que no obstaculizas a nadie? si es que no añade otro 5%
  • ¿En los cines o teatros con butacas no numeradas te paras a pensar si la posición que ocupas puede molestar a alguien? si es que no, otro 5% más.
  • Si has llegado hasta aquí restate un 10%
  • ¿Has hecho cosas que te parecían absurdas sólo porqué el resto del grupo también lo hacía? suma otro 5%
  • ¿Sueles hacer propósitos de inicio de año o inicio de curso cómo “voy a estudiar inglés” o “voy a asistir al gimnasio con regularidad” y te lo crees a pesar de haberlo intentado repetidamente sin éxito durante los años precedentes? súmate otro 10%
  • ¿Sueles creer a la primera lo que lees en la prensa, oyes en la radio o ves en la TV?  añade otro 10%
  • ¿Piensas que eres libre en tus decisiones? añade un 5% más
  • ¿Has pensado alguna vez “mientras a mi me vaya bien...” o similar? pues suma otro 5%

Ok. Ahora ya puedes hacer los cálculos. Si llegados a este punto superas el 100% de probabilidades, tampoco te preocupes demasiado. Según la teoría de Cipolla y de los estudios que la apoyan estás en la media del resto de la sociedad. Si a pesar de ello no piensas hacer nada para remediarlo o, por lo menos,  para verificar si realmente eres estúpido/a , entonces ya tienes la garantía total de que efectivamente lo eres. La decisión de mejorar o no es tuya y sólo tuya.
Dejadme acabar diciendo que pienso que la estupidez es algo realmente nocivo. Es peor que las catástrofes naturales o que la mayoría de las epidemias, pues la estupidez es la causa de gran parte del sufrimiento humano, es el origen de casi todas las guerras, miedos infundados, insultos y agresiones. Por la estupidez se rompen familias, se marchitan relaciones y se pelean los amigos.
Supongo que debe haber alguna razón oculta para que la estupidez haya reinado durante tantos milenios y siga tan presente hoy día. Quizá la estupidez tenga alguna utilidad en la evolución humana cuyo significado se nos escape. Sólo así se explica que haya sobrevivido con tanta salud durante tanto tiempo. No obstante, mientras no tenga razones para sentir lo contrario, yo voy a seguir luchando en su contra durante lo que me quede de vida, por supuesto empezando por mi mismo. ¿No os parece una misión realmente.....estúpida?

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